domingo, 31 de diciembre de 2017

ESCALA EN MARSELLA




TRASLADO A AIX-EN-PROVENCE




Descripción

Exploraremos con total libertad Aix-en-Provence, saboreando el placer de pasear entre sus calles, plazas y edificios históricos y descubriendo sus colores y aromas entre una visita al mercado local y un café al aire libre.


 
  • Aix-en-Provence
  • Centro de la ciudad
  • Avenida Cours Mirabeau
  • Barrio Mazarin
  • Plaza de los Cuatro Delfines
  • Catedral de Saint-Sauveur
  • Tiendas, cafeterías, mercado local de fruta
  • Dejamos el puerto en autocar hasta llegar a Aix-en-Provence, ciudad universitaria y termal, así como centro político de la Provenza, situada a una media hora de distancia de Marsella.

  • Una vez llegados a nuestro destino, nos sumergiremos en la atmósfera sofisticada de Aix-en-Provence paseando con total libertad por las románticas calles del centro admirando las residencias señoriales de los siglos XVII y XVIII.


  • En nuestra excursión no debería faltar un paseo por el Cours Mirabeau, una espléndida avenida arbolada con bellísimas fuentes y un sinfín de terrazas.



Brasserie Les Deux Garçons 

No deje de fijarse en la decoración -auténtico derroche de dorados, frisos y boiseries- de este gran café fundado en 1792: por él han pasado clientes tan ilustres como Cézanne o Zola. 

  • También es imprescindible una visita al Barrio Mazarin, diseñado por el arzobispo Michel Mazarin, hermano del famoso cardenal.


El tranquilo barrio Mazarin, creado en el s. XVII por el arzobispo Mazarin, hermano del célebre cardenal, no tardó en atraer a notables, parlamentarios y nobles de toga, que se hicieron construir suntuosos palacetes. El barrio tiene planta de damero organizada en torno a las dos calles principales: la calle Cardinale y la calle 4-Septembre, en cuyo cruce se levanta la fuente de los Cuatro Delfines, uno de los emblemas de la ciudad.






  • En esta misma zona también podremos admirar la Place des Quatre Dauphins o «Plaza de los Cuatro Delfines», con una bella fuente adornada con las esculturas de cuatro delfines.

       . También destaca la Catedral de Saint-Sauveur, caracterizada por diferentes estilos arquitectónicos que van desde el siglo V hasta el XVII y que se pueden admirar desde cualquier lado. Lo mejor es su claustro.





  • Aix-en-Provence no solo es historia y arte, sino también una alegre ciudad que ofrece numerosas posibilidades de ocio. Disfrutaremos de tiempo libre para explorar de forma autónoma sus encantadoras callejuelas con sus tiendecitas típicas, su mercado local de fruta y verdura y relajarnos en uno de sus cafés.







Ayuntamiento y casco viejo

Cuando pasee por el casco antiguo de Aix le sorprenderá la elegancia de los balcones de hierro forjado del Cours Mirabeau, admirará la place Albertas (1745) y, el sábado por la mañana, visitará la plaza del Ayuntamiento ocupada por un mercado de flores lleno de colorido. Si tiene ocasión, entre en el Ayuntamiento (s. XVII) y contemple su precioso patio, recorra el claustro de Saint-Sauveur y visite la catedral, con su tríptico de la Zarza Ardiente. Para finalizar, diríjase al barrio Mazarin donde aún parece estar presente el espíritu del joven Mirabeau (1749-1791). 

Mercado de fruta


  • En la excursión no está prevista la presencia de un guía.

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